Nobody Knows You When You're Down and Out

Bessie Smith cumple hoy 120 años.

De "ATL GA" (inédito)

Presentación de RUIDO O LUZ

Quisiéramos enfrentarnos con los lectores o posibles lectores de RUIDO O LUZ.

Viernes 14 de marzo de 2014

En Centro de Arte Moderno - Librería delCentro

Galileo 52

Madrid

Participan:

Carlos Bruno

Ernesto Suárez

autores

Javier Gil

codirector de la colección Once (Ed. Amargord)

En mayo de 2007 ocurrió esto:

Una iniciativa de Ines Rodríguez Hidalgo, la entonces directora del Museo de la Ciencia y el Cosmos de Tenerife. Quería poesía bajo las estrellas del planetario (entonces era un planetario analógico). 

Me tomaré tiempo para contar algunas vicisitudes de nuestra obra en próximas entradas. 

Hoy les convoco a los que estén por Madrid a conocer este libro al que le tengo un especial cariño.

Isaac de Vega

Atrás quedan los otros, tendiendo los brazos, no se sabe por cuantas eternidades, desesperadamente, hacia ese mar negro inacabable.

Nació en Granadilla, 1920
Escribió Fetasa, 1955
Murió en Santa Cruz, 2014

la calle de la costa publicó Gehena en 1992 y desde ese momento, lo reconozco quizás con un inapropiado orgullo, ya no fue lo mismo.

Cierta incierta lente 031

el tiempo pasaba a su lado

sin medida ni rastro

     esperando

mirando ante tanta paciencia

El cortado como concepto

Dice el amigo Viktor Gómez:

	La salud de los vínculos acaba tejiendo comunidades más allá de las afinidades primordiales- dijo el extranjero.  En un mundo hostil, continuó susurrante, los desarraigos y orfandades, los miedos y las servidumbres enfrentan a unos contra otros. Hasta que nos planteamos ser comunidad. Hay dos comunidades esenciales que agrupan a los que en principio son diferentes y desconocidos entre sí.- -¿Cuáles son? Preguntó con cierta desconfianza el inspector. Afuera el viento soplaba desapacible. - La comunidad de las tazas calientes y la comunidad del vino, respondió sonriente desde la penumbra el peregrino. Y después de un silencio expresivo, el interrogador se levantó de la silla y fue a buscar dos tazas. Afuera seguía nevando insistentemente. Las tazas humeantes se rozaron un instante. Ese sonido casi imperceptible que cambia el mundo...