sábado, 15 de diciembre de 2012

En una escuela





Ayer por mañana, paseaba por la escuela donde trabajo. Recorría unos rincones por donde no solemos pasar (ni grandes ni chicos). La parte de atrás, lindando con la montaña, donde crecen unos pinos cerca de una fuente. Comprobaba unos pluviómetros caseros que dos de mis alumnas habían colocado el día anterior para recoger lluvia. Hacía frío, las piedras estaban mojadas, la hierva verde goteaba, la tierra empapada olía a humedad. Pero los pluviómetros estaban vacíos. 


¿Adónde fue a llorar el cielo ayer?