sábado, 24 de abril de 2010

La luz ante mis ojos



Qué sonrisa produce saber que esta borrosa visión borrosa y esta genética nuestra, que nos permite reconocer rostros por todas partes, es un artefacto más poderoso que esos potentes ordenadores con sus ingeniosos programas de reconocimiento de imágenes.
Es como si el universo supiera de no somos (después de todo) tan malos artefactos y nos permite (por el momento) imaginar lo que claramente vemos.
Lleva a las niñas y niños a observar, clasificar y sonreír a las galaxias: Galaxy Zoo.

viernes, 16 de abril de 2010

Miradas miradas 06

Un retrato que te observa sin saber, sin palabras.
Ya te inventas lo que te dice, ya lo que calla.


http://www.28art.com/wp/wp/wp-content/uploads/The-Laundress-28x24-Oil-20091.jpg



The Laundress
(La lavandera)

mi arte la ropa tendida

demuestro mi pericia
tiendo mi sensibilidad
oreo angustias y alegrías
trabo memorias y me expreso
secandose sobre la liña
hasta cobrar sentido

soy tal cual ves mi colada
está la técnica la traba
el tiempo la luz los colores
la humedad
que aprecias

aquí mi obra
mis dudas a tu alcance
te observo mientras me observas
la espera del entendimiento
tiemblo y dudo
ante tu mirada

buscando el instante de recoger
mi ropa seca

Oleg Radvan

domingo, 11 de abril de 2010

Cierta incierta lente 013


en el espacio de un rincón
en la calle en el suelo bajo un banco
en una papelera una tarima una jardinera
el pájaro se busca la vida
a lo invisible de nuestro ajetreo se arrima
a nuestros errores a nuestros olvidos
bajo esa hendidura

a la suerte de lo abandonado
a nuestros pies
el pájaro está que trina
y trina
en el universo de lo omiso atiende
en ese espacio sin vigilancia
bajo esa protección

domingo, 4 de abril de 2010

Cinco días fuera de casa. V



Intento volver a casa. No encuentro el mapa entre mis cosas. Revuelvo mi bolsa de viaje. Como en las pesadillas, rebusco, agitado, agitando los objetos que, ahora, me parecen inservibles. Levanto la mirada buscando auxilio. Busco hacerme una idea del desamparo en el que me encuentro en los demás.

(…)

Desvían sus miradas. Ocultan sus manos. Todos guardan sus calendarios. Sus cuentas de lunas llenas. Todos marcan los días en papeles doblados que guardan en el fondo de sus bolsillos. Mirarán sus premoniciones, más tarde, a escondidas. Desdoblando cuidadosos y celosos sus recortes ajados y se harán su composición de tiempos. Nadie me mira. Nadie se percata de mi pérdida de ruta. Conocen el día que es y yo no me sé el camino de vuelta.

(...)

Volver a casa detrás de la cuarta noche de viaje. Guiado por las nubes, el barco y las rodadas. Intuyo y sigo. Sin mapas ni ayudas.

(…)

A veces el recorrido me es familiar. Un barranco, un árbol, un risco, una vuelta del camino. Sin embargo la duda me hace desconocer y me pierde el paso durante trechos sin aliento. Guía de ciegos, el tuerto desconoce el destino marcado.

(...)

No puedo creer la suerte que tuve. La puerta seguía en su lugar. En la pared de casa mirándome fijamente. Guardando sus reproches, a la vista de mi vuelta.

viernes, 2 de abril de 2010

Cinco días fuera de casa. IV



restos del llanto. y el tiempo, ignorante de mis penas, da la tregua de los ilusos. la que permite escoger, durante un rato, la pena menor. dejo de oír mis culpas sin excusas. me alivio, sabiéndome aquel, el tonto de remate. pero, por un rato, me dejo. sin razones para ello, claro. no sé de la soledad ni de la noche. sólo veo estas lágrimas sobre mi pecho como la sangre en mis oídos y el recuerdo, durante un rato lejano, de ti.