viernes, 28 de noviembre de 2008

Hijas e hijos cobayas



Justificándose, el homófobo declara que los hijos de parejas homosexuales son cobayas humanas. Me estremezco sólo de pensar en la idea de algún hijo o hija no lo sea. ¿Dónde se sacaron el carnet de madres y padres las madres y padres que hasta ahora han sido? ¿Qué es una madre y padre como debe ser? ¿Lo son las parejas heterosexuales de maltratadores sistemáticos? ¿Lo son las parejas heterosexuales de consentidores de caprichos sistemáticos? ¿Lo son aquellos que crían sin cariño? Los padres y madres no pedimos permisos. Existen madres delincuentes, ministras, pobres y juezas. Tenemos padres maniáticos, indiferentes, obsesos y abnegados.



Sufrirán las hijas y los hijos. Los de las minorías raciales (cobayas), los de los sabios de excelencia (cobayas), los de los que tienen profesiones de riesgo (cobayas), los de mucha edad (cobayas), los de adolescentes (cobayas), los de aquí cuando están allí (cobayas), los altos por altos, los bajos por bajos, los pálidos por pálidos, los nerviosos por histéricos, los calmosos por parados, los grises, los monocromos, los multicolores.


Pero recuerden, sufrirán también los hijos de aquellos que son más iguales, de los que no se destacan de entre sus semejantes, de los vulgares, de los mediocres, de los normalitos, de los indistinguibles por la calle.


Vayan a cualquier centro educativo, a un parque infantil, a una matiné del cine, ...


(No importa donde)


Encontrarán niñas y niños que no hacen lo que recordamos que deben hacer los niños. ¡Qué raros son! ¡Qué cosas tan extrañas hacen y dicen! ¡La culpa es de los padres, los maestros, la televisión, ...!


(No importa donde)


Gracias a las cobayas (incluso las humanas) existe la vida. Se llama, en ciencia, el proceso evolutivo. Todos somos cobayas. Cada ser vivo, cada humano, existente es un pequeño experimento. Que funcionara o no en su biología, que se adaptará o no a su entorno y que, finalmente sobrevivirá o no.


Lo mejor de todo es que hasta el homófobo declarante, no puede sustraerse a su condición de cobaya humana y tendrá que sufrir un mundo que cambia a su alrededor sin que pueda evitarlo. ¿Sobrevivirá? Seguramente. Pero lo que le costará hacerlo...


El juez Ferrín cree que los hijos de gays son "cobayas humanas"